Hola todos,

No es nada fácil únicamente poder ver a mis hijas por medio de fotos en la sección de sociales de los periódicos en Guadalajara.

Se mueven todo tipo de emociones, al verlas tan grandes, tan lindas, el corazón se me parte al mirar cómo el tiempo ha corrido, ese dolor de la perdida de no haber visto su infancia transcurrir…, reconozco todo esto y no lo puedo negar, tengo el derecho de sentirlo, sin embargo también sé que la vida es justa y que todo será colocado en el lugar perfecto, mi visión esta en el aquí y ahora, lo único que me toca es ser feliz con lo que tengo en este momento, que gracias a Dios es mucho, seguir amándolas y crecer internamente.. en este momento me queda esto más claro que nunca … las suelto en amor, nadie me puede quitar nada…

Hoy estoy en Brasil, veo sus fotos, recibo la noticia que el juez me está negando el derecho de convivir con mis hijas, después de casi 5 años de interminables trámites legales, argumentando que va a respetar la voluntad de mis hijas que han dicho que no me quieren ver…, sin considerar la manipulación que hay atrás de ellas, sin considerar que la perito en psicología que nos evaluó determinó que yo no presentaba ningún impedimento para convivir con mis hijas y que sugería una preparación psicológica para los 4 (mis hijas, su madre y yo) para preparar el encuentro.

Gracias a Dios que estoy en Brasil, esto me permite visualizar las cosas en prespectiva y no dejarme abatir por la tristeza, de una forma u otra estar aquí me abre la puerta a la esperanza, en un país con mil problemas, pero que por lo menos cuenta una legislación contra la alienación parental y reglas más claras para promover la convivencia familiar en divorcios y separaciones.

La fortaleza que me dan los amigos y tantos seres queridos en cada rincón del mundo, me invita a seguir con la mirada hacia el frente, continuar los pasos legales de la apelación y la solicitud de amparo federal, no niego el dolor, pero por mucho la esperanza es mayor, simplemente acepto que las cosas son como son, y nada me impide ser feliz, para enfocarme, amar, crear, disfrutar, compartir, aprender, en pocas palabras para ser y estar…

Abrazos y besos a todos.

Héctor