Hoy dormí profundamente y al despertar lo primero que sentí fue tu ausencia, veo el espacio que se ha quedado vacío con tu partida; mi ser espiritual sabe perfectamente que eres eterna y que la muerte es una ilusión, sin embargo mi mente, mi ego reclama tu presencia.

En esa dualidad me encuentro, después de acompañar tantas despedidas y tener tantos duelos en mi vida, tengo una noción lo que hay que hacer; sin embargo dejo que mis sentimientos afloren, que mi ego reniegue, hasta que llegue el momento de la bendita aceptación.

La gratitud por ti me llena, tus cuidados, tus besos, la suavidad de tus manos y las veces que dormí en tu regazo; eso me acompañará toda la vida; en este momento a pesar de mi dolor, no puedo más que acompañarte y hacer todo lo que esté en mis manos para que descanses en paz, para que la Luz te guie y así llegues a puerto seguro; ahora desde aquí en este plano tierra el menor de tus hermanos cuida cada uno de tus pasos.

De ti me llevo tantos regalos, el tesoro de la amistad, tu incondicionalidad, tu alegría, tus ganas por ayudar a los demás, tu ternura, cada una de estas cosas las has dejado sembradas en mi corazón; es el legado que has dejado en mi y en todos aquellos que tocaste en este mundo.

Eres Alma y eres un Ángel, por algo tu nombre en vida fue Alma Angelina; diste tanto que hasta tu salud pusiste de por medio; respeto tu destino, te honro como mi hermana mayor y tendrás siempre un lugar especial en mi; apoyaré a mi cuñado en todo lo que yo pueda hacer; descansa en paz, ya no te preocupes.

Con todo mi amor te despido, amándote libremente, tal como alguna vez les escribí a mis hijas, ellas conocerán en su momentos tus historias, sabrán el ser maravilloso que fuiste y les compartiré las cosas buenas que nos has dejado; continua tu camino hermana, sigue la luz, no te detengas.. Todos estaremos bien…

Tu hermano
Héctor